El improvisado barrio de San José y La Mina lleva más de una década demandando del Gobierno la construcción de muros de gaviones.
Los deslizamientos de tierra que se han registrado amenazan con dejarlos incomunicados por los daños registrados en la calle Mamá Tingó, en el intermedio de la calle 10 y la Penetración. En total son 107 las familias que habitan el barrio, al sur de Santiago, y que corren el riesgo de quedar sepultados.
José Francisco Consuegra, presidente de la junta de vecinos, mediante una carta enviada al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, recuerda que las demandas de los comunitarios datan de más de diez años, con promesas que son incumplidas por los funcionarios. Para impedir que los deslizamientos sigan afectando las viviendas, la junta de vecinos propone construir muros de gaviones. También demanda el asfaltado y bacheo de las vías.
