Representante del BID: “Nivel de deuda de República Dominicana no es alarmante”

Coronado conversó con elDinerosobre las condiciones en que está la economía dominicana. Destaca el avance mostrado por el país en materia del gasto social, aunque considera que hay oportunidades de mejoras para excluir a quienes reciben alguna ayuda sin ser elegibles.

¿Qué diagnóstico tiene el BID de la economía dominicana?
Estamos viendo una economía que ha venido creciendo en forma constante durante los últimos diez años y ha sobresalido en la región de Latinoamérica. Recientemente el Banco Central reportó un crecimiento de 4.6% durante 2017, lo cual es un gran crecimiento; el país ha mejorado indicadores fiscales y sociales.

¿Le preocupa el nivel de endeudamiento público del país?
Pensamos que lo importante, cuando te estás endeudando, es que esa deuda sea sostenible en el largo plazo y que los recursos que se están obteniendo en los mercados, como es por ejemplo la última colocación (US$1,822 millones), sean bien invertidos. Esto demuestra la confianza del mercado al largo plazo de lo que está haciendo el Gobierno, de la solidez del peso dominicano. Lo que ha logrado el país es extender los plazos de amortización de esta deuda, lo que podemos llamar un buen manejo de la deuda. Es importante el balance que está logrando entre la moneda extranjera y en peso.

¿Qué considera importante en cuanto a estos recursos?
Lo importante es que estos recursos se traduzcan en inversiones, que logren producir trabajo de calidad donde la gente que labora pueda tener un mejor ingreso y beneficiarse de ese crecimiento económico que muestra hoy República Dominicana.

¿Es sostenible la forma en que el país viene manejando su deuda pública?
Hay áreas de mejoras y posiblemente son las que hay que trabajar, especialmente en cuando a los ingresos. Los técnicos hablan de la presión fiscal que hay y de que todavía es baja cuando se compara con el nivel de Latinoamérica. Hay una gran discusión de si la base tributaria se debe ampliar porque al final del día los dominicanos quieren que su Estado prospere, por lo que resulta necesario crear una cultura de pago de los impuestos. Hay que ver cómo esas exenciones que se están dando tienen una visión estratégica, en qué sectores deberían estar dándose lo que se llama el gasto fiscal y ver cómo se disminuye o se enfoca hacia aquellos sectores donde realmente tendrán un impacto en la economía.

¿Estaría de acuerdo el BID con ir disminuyendo el ritmo de crecimiento del gasto público hasta alcanzar un nivel de holgura o balance positivo?
El gasto público, si miramos las tendencias en América Latina, no es muy alto en República Dominicana. Aquí es casi del 19% del PIB, mientras en otros países es del 27% del PIB. Lo importante del gasto es ver la rigidez que tiene. Habría que preguntarse dónde se está dando ese mayor gasto que está teniendo el Gobierno: si está dirigido al pago de intereses, a toda la parte laboral y al tamaño del Estado. Hay ciertas rigideces en el gasto que posiblemente hay que ver cómo se disminuye y analizar hacia dónde va ese gasto para que haya una mayor inversión. Es importante tratar de balancear ese gasto que tiene hoy el Gobierno.

¿Qué nivel de preocupación tiene el BID respecto al consolidado de la deuda pública respecto al PIB?
El crecimiento que ha tenido el país durante los últimos años ha sido destacado en la región. El año pasado fue el segundo en Latinoamérica, luego de Panamá. No obstante, el déficit se ha mantenido de forma casi constante en alrededor del 3.2% del PIB. Están llegando casi a un nivel del 50% en la relación deuda-PIB si se considera la del Banco Central. Esto es una señal, sí, para hacer mejoras tanto en la parte de los ingresos, como en la calidad del gasto. No es alarmante ese nivel, pero creo que el Gobierno está trabajando hacia la consolidación fiscal. Estuve mirando, por ejemplo, un reporte del Banco Mundial (BM) de cómo mejorar el ingreso y también la calidad del gasto. Esto es materia de política pública. Pero también está el asunto de mejorar la gestión administrativa, donde entendemos que se está haciendo un gran esfuerzo y donde se evidencian mejoras visibles y buscamos aumentar la recaudación.

¿Qué quiere decir usted al referir que el Gobierno está tratando de mejorar la calidad del gasto?
Creo que hay oportunidades y tú comienzas a mirar. Ha habido grandes avances en educación como consecuencia del plan de aumentar al 4% del PIB las inversiones que realiza el Gobierno en este sector. Para darte un ejemplo, en el caso de protección social, creo que hay formas de mejorar que ese gasto tenga una mejor retribución o puede llegar a un mayor número de la población o podamos excluir a aquellas personas que no deberían estar recibiendo esos beneficios porque n son elegibles. Quizá habría que hacer una mejor focalización.

¿Qué otros avances considera usted ha logrado el Gobierno?
El Gobierno ha logrado importantes avances en materia de inclusión productiva. Vemos un sector agrícola creciente y donde la exportación de diferentes productos se está poniendo dentro del PIB. En el tema de infraestructura creo que el orientar ese gasto para generar una inversión donde toda la población sea beneficiaria, donde hayan mejores medios de transporte y mejores vías, puertos, aeropuertos, se puede lograr que este país pueda tener una vía más transitable y que al final de las exportaciones puedan crecer.

¿Qué valoración tienen ustedes en el BID sobre las alianzas público-privada?
Hay una gran oportunidad con estas alianzas en Latinoamérica. Hay países que están mucho más adelante. Sin embargo, creo que República Dominicana es de los países del Caribe que más concesiones ha otorgado en varios años. No obstante, carecemos de un cuerpo legal que pueda definir las reglas de antemano de lo que se considera una asociación público-privada y qué tipo de proyecto se está financiando. Adicionalmente contar con un cuerpo o una unidad que pueda dar forma a los contenidos, a fin de que pueda garantizar y dar seguridad, conocer de esos proyectos y promoverlos. Al Gobierno le falta camino por andar, pero creo que va en la dirección correcta. Ha habido algunas experiencias con carreteras, en el caso de las concesiones, con las garantías que deben otorgar sobre la circulación. Hay carreteras donde ha habido algunos excesos o deficiencias en los pagos que deben hacerse, pero hoy día la tendencia es que la inversión privada venga a complementar esa inversión pública.

¿Por cuáles áreas hay oportunidades en las alianzas público-privada?
Estamos viendo oportunidades en puertos, tradicionalmente han sido las carreteras, pero también hemos visto experiencias en el caso de hospitales, telecomunicaciones y por qué no decirlo, hay campo en el sector eléctrico. Hay toda una gama.

¿Qué le parece a ustedes en el BID la decisión del Gobierno de definir 2018 como el Año de Fomento de las Exportaciones?
Creo que es una meta importante enfocar este año para fomentar las exportaciones. Hemos estado tratando de apoyar el Gobierno para que se conozca cuáles son los desafíos que se presentan en el sector exportador. Como sabemos, este sector se ha caracterizado por un bajo dinamismo. El crecimiento real de las exportaciones ha sido de 1.3% anual desde el 2000, lo que está muy por debajo del crecimiento del PIB. Hay muchos retos y por eso la importancia de que el Gobierno se esté focalizando en impulsar este sector. Hay que señalar que el índice de apertura del país se ha reducido. Hoy está en un 54% (2016) y en 2000 era de 77%, mientras en Centroamérica es casi del 99%. Se estima que el potencial exportador del país ha alcanzado apenas un 40%, lo que nos indica que hay una gran brecha en la cual debemos concentrarnos. Es bueno ver que la canasta de bienes y servicios tampoco está muy diversificada. Hay que apoyar a la nueva institución que se ha creado, que es ProDominicana.

¿Qué retos ve en cuando a las exportaciones?
Hoy estamos concentrados en dos mercados, principalmente, que son Estados Unidos y Haití. Si vemos los números entonces se identifican unos retos grandes. Hemos estado mirando cuál es la vocación que deberían tener esas exportaciones hacia el futuro. Hay ciertos sectores en los que hay una gran masa empleada, pero mucha informalidad. Mientras, hay otros sectores muy pequeños donde hay oportunidades una gran productividad del trabajador dominicano. Creo que ha sido muy acertado al llamar este 2018 como el Año de Fomento de las Exportaciones.

¿Qué efectos prevén ustedes tendrá en la región la reforma fiscal en Estados Unidos?
La economía dominicana depende en gran medida de un gran socio comercial que es Estados Unidos. En la medida en que la expectativa de esa economía sea de crecimiento, entonces habrá más turistas y le irá mejor al país. Estamos conscientes de la modificación que se ha hecho en el tema tributario y creo que las consecuencias están por verse. Vemos que hay grandes compañías que están trayendo su capital a Estados Unidos y eso, por supuesto, es parte del efecto que busca esta nueva política que implementa el gobierno estadounidense.

¿Qué le ha parecido el comportamiento de los índices de pobreza en el país?
Hemos visto cómo se ha reducido la pobreza durante los últimos años, pasando de un nivel del 44% a un 30%. No obstante, hay desafíos. Somos conscientes de los esfuerzos que está haciendo el Gobierno para mejorar, y sobre todo para cumplir su plan de trasladar este gran desarrollo económico en bienestar para la población.

¿Es consciente el BID de que la distribución de las riquezas es un reto para el país?
Somos conscientes y es parte de la labor que estamos realizando para ver cómo podemos ayudar al Gobierno a enfocar ese gasto, cómo tratar de que ese gran desarrollo que se está logrando se traduzca en empleos de calidad. También queremos ayudar en que haya una mejor prestación de los servicios sociales básicos de la población, a fin de que se creen mejores empleos para que haya una generación de riquezas y bienestar. Además, para que los indicadores que deben reportarse con miras al 2030 sean más robustos.

¿Qué observan ustedes en el país en cuanto al desarrollo humano?
Aquí debemos pensar en cómo incrementar y mejorar el capital humano. Cuando analizamos se ve que hay una gran deficiencia en capital humano. Debemos pensar en invertir en innovación, en tecnología y fortalecimiento de las instituciones. Seguir fortaleciendo la tarea que desarrolla el Ministerio de Educación, ya que es algo a largo plazo para elevar la calidad de la educación y lograr la transición de estos jóvenes que hoy ni trabajan ni estudian para que con carreras técnico profesionales puedan tener un mejor enclave en la economía. Así podemos lograr que la economía siga siendo robusta.

¿Qué oportunidades se pueden analizar en el sector eléctrico?
En los últimos años ha tenido un cambio en su marco institucional. Creo que se ha ido avanzando en la dirección correcta, se ha creado un Ministerio de Energía y Minas que se está fortaleciendo y un marco legal con diferentes instituciones. Hay un gran reto, pues el país ha tratado de variar su matriz de energía. Hace uno años cerca del 85% dependía de combustibles fósiles y hoy la matriz se ha modificado y ahora es mucho mejor balanceada. Hay un gran avance en las nuevas tecnologías de eficiencia energética. También es bueno ver cómo se han movido las fuentes, primero era el petróleo, luego el carbón y hoy día es el gas.

¿Dónde están los principales desafíos, entonces?
Los desafíos están en la gestión de las empresas distribuidoras, en su gerencia. Lo importante es lograr un mejor sistema de gestión. Es necesario lograr un mejor esquema tarifario y reducir las pérdidas técnicas y comerciales a unos niveles aceptables. Sé que Rubén Jiménez Bichara reportó una reducción al 29.9% al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que está en agenda una reducción de aproximadamente un 3% anual. Lo importante es tener metas.

¿Cómo andan el BID y el país en los proyectos relacionados con el sector eléctrico?
Nuestro enfoque ahora sería en cómo mejorar la distribución y el gerenciamiento de esas grandes empresas que prestan servicios en las diferentes regiones del país. Ahí es donde debemos enfocarnos ahora con la comunidad de donantes y de la banca de desarrollo. Se está trabajando para mejorar y actualizar todas estas plantas, las distribuidoras, la parte física y las redes eléctricas. Aquí hay un desafío un acompañamiento que estamos haciendo las multilaterales. Esperamos que próximamente se suscriba el Pacto Eléctrico.

¿Cómo les preocupa la debilidad institucional que muestra el país?
Esto se repite en muchas de las instituciones del sector público. Debemos fortalecer a las diferentes empresas, tanto al regulador, en este caso al Ministerio de Energía y Minas; a la Superintendencia de Electricidad y al Organismo Coordinador. Hay que lograr que cada una de estas instituciones pueda tener el personal capacitado para la labor que está llamado a ejercer. Es importante delimitar las funciones que cada uno tiene, mejorar los temas de transparencia, supervisión y cada uno, con su independencia, puedan ejercerla.

¿Qué hacer para mejorar la función institucional?
La debilidad institucional es un reto que está dentro los riesgos que tenemos en nuestra estrategia y sabemos de la necesidad de fortalecer esta área. Para ello es necesario hacer una labor de profesionalización del personal, que es la materia prima de las instituciones, a fin de hacerlo más técnico y mejor pagos. Hay un reto en lo concerniente a las nóminas de las instituciones públicas. Hay que profesionalizar la administración pública. Es necesario definir el tamaño del Estado y ver cuál es la forma más eficiente. Muchas veces, según el partido que llegue a la administración del Estado, hay una contracción o expansión del aparato burocrático. Lo importante es contar con personas preparadas, profesionales y que pueda permanecer en la institución.

¿Cómo observan ustedes la inversión social y su focalización?
En el caso de los recursos que se destinan en el tema de protección social, pensamos que el Gobierno ha logrado grandes avances. En la seguridad social el número de personas incluidas ha aumentado. La disciplina es lograr que haya una real focalización y evitar las filtraciones de personas que no deberían estar porque no son elegibles.

Sobre Miguel Coronado

Miguel Coronado posee una vasta experiencia profesional. Previo a su designación como representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en República Dominicana, se desempeñó durante siete años como jefe de operaciones de ese organismo en México.

En el periodo comprendido entre junio de 1991 y julio de 2010 fue abogado de proyectos del Departamento Legal del BID, en Washington, Estados Unidos.

Allí fue responsable de la ejecución del día a día de todos los aspectos jurídicos de los proyectos bancarios y de garantizar la entrega de las iniciativas de alta calidad con las pautas de tiempo y de calidad dadas.

Es egresado de Derecho de la Universidad de los Andes, en Bogotá, Colombia. En la Universidad George Washington, en Washington D.C., Estados Unidos, se formó en Derecho Internacional y Comparativo.

Vía : eldinero.com.do

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