Tras el destape de un fraude fiscal de unos RS$4,000 millones de pesos que habría cometido el Grupo Tremols Payero, el titular de la Dirección General de Impuestos Internos, Magín Díaz, dijo que en la República Dominicana “estamos luchando contra mafias”.

Este caso se detecta cuando la DGII a través de una investigación encontró que algunas empresas del Grupo Tremols Payero reportaban compras por valores multimillonarios a otras empresas que no tenían una estructura para realizar dichas ventas y que no guardaban relación con su actividad económica, por lo que se determinó que eran compras ficticias “que tenían como propósito deducir esos gastos (ficticios) de la renta neta imponible y de esta manera dejar de pagar los impuestos correspondientes, para lo cual utilizaban facturas con Números de Comprobantes Fiscales (NCF) para simular el carácter ficticio de las operaciones así reportadas”.

Las personas involucradas son: Ramón Rafael Tremols Payero, principal ejecutivo del Grupo y quien se encuentra en Suiza; Hervys Rafael Tremols Payero, Eddy Samuel Tremols Payero, Leonardo Antonio Tremols Payero, Daniel de Jesús Tremols Payero, Rafael Alberto Tremols Acosta, Eduardo de Jesús Tremols Cruz, Carmen Adela Tremols Cruz, Maritselly de los Milagros Cruz López, Néstor Enmanuel López Alcántara, Waskar Alberto González Payero y Doris Alexandra López Urbáez.

En un encuentro con directores de medios, el director de la DGII reveló que los ejecutivos del Grupo Tremols Payero disponían de bienes como villas, vehículos de lujo y otras propiedades. También activos fuera del país. JCM

De acuerdo con documentación judicial, el Grupo Tremols Payero utilizaba sociedades fantasmas y NCF no autorizados (falsos) para simular costos y gastos con la intención de disminuir ilegalmente los impuestos a pagar (ITBIS e ISR). Realizaba compra e importación de materias primas, con el fin de producir clandestinamente bebidas alcohólicas destiladas (ron, whisky, licores y vinos) para posterior venta y dejar de pagar el impuesto correspondiente (ISC).

Supuestamente también presentaban reportes y declaraciones juradas (606, 607) sustentando compras ficticias y adquirían bienes provenientes de actividades ilícitas, ocultamiento de bienes, posesión, administración y utilización de bienes procedentes de delitos precedentes de lavado de activos, indican los documentos judiciales del caso.

Supuestamente, la mayoría de las compañías utilizadas para las operaciones por valores multimillonarios no tenían capital de trabajo, no tenían patrimonio registrado, no reportaban ingresos significativos y no pagaban impuestos, no tenían planilla de personal fijo, no reportaban compras o importaciones que le permitieran justificar las ventas ficticias que realizaban a empresas del Grupo Tremols Payero u otras entidades, que por su lado tampoco tenían una estructura para realizar estas operaciones y sus domicilios reportados eran falsos.

De acuerdo con las autoridades, la estafa al Estado estaba de tal manera planificada que cuando la DGII descubría una de estas compañías en tales actividades, las operaciones eran trasladadas de inmediato a otra de las empresas del Grupo, y así lo informaban a algunas de las empresas con las que sí realizaban operaciones legítimas, señalando que la nueva empresa “es parte de nuestro grupo empresarial y la estaremos utilizando para nuevas órdenes de compra”.

Vía:diariolibre.com

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