Postales de un crucero: Buenos Aires querido

Una de las ciudades más cosmopolitas, visitadas –y queridas—de la América del Sur, Buenos Aires, la capital de la Argentina, encanta al viajero con sus multiples encantos: historia, cultura, y monumentos. Nuestra más reciente visita ocurrió este invierno (verano en el hemisferio sur) abordo del barco Amsterdam de la línea Holland America durante un itinerario de 128-días alrededor del mundo.

El poeta argentino, Ezequiel Martínez Estrada, ha llamado a Buenos Aires “la cabeza de Goliat” para recalcar que es la parte más importante del “gigante” que es la Argentina. Ubicada en la orilla oeste del Río de la Plata (la región que es la cuna del tango), está a 150 millas del Océano Atlántico.

Los viajeros que lleguen a Buenos Aires por primera vez, pueden comenzar su visita con un paseo por la Avenida 9 de Julio, así llamada en honor al día de la independencia de la Argentina, el 9 de julio de 1816. A esta avenida, de un poco más de una milla de extensión, se le califica como “el bulevar más ancho del mundo” pues cuenta con 16 carriles en algunos puntos. Está adornada con un impresionante obelisco en la intersección con la Avenida Corrientes. El obelisco, erigido en el 1936, celebró el 400 aniversario de la llegada del conquistador Pedro de Mendoza. Entre otras atracciones en esta avenida se encuentra el magnifico Teatro Colón –así nombrado en honor de Cristobal Colón – y uno de los mejores y más elegantes teatros de ópera del mundo, con soberbia acústica, y por lo tanto, un gran orgullo para los “porteños,” nombre que se dan a sí mismos los residentes de Buenos Aires.

A cuatro cuadras del obelisco se encuentra la Plaza de Mayo, el corazón de la ciudad, con la Casa Rosada, desde cuyos balcones el Presidente Juan Perón y la Primera Dama de la Argentina, Eva Perón con frecuencia hablaban a multitudes de sus seguidores en la década de 1950.

En la Plaza de Mayo, frecuente sede de protestas y manifestaciones a lo largo de la historia de la ciudad, los visitantes también encuentran el Cabildo, que data de la era española y que fue reconstruído en el 1940, y la Catedral Metropolitana, la iglesia principal de la Arquidiócesis de Buenos Aires, muy bella, y a veces llamada “la iglesia del Papa,” pues Jorge Mario Bergoglio, (ahora el Papa Francisco), sirvió como arzobispo de Buenos Aires aquí por varios años a partir del 1998. Entre el arte y monumentos de la catedral se encuentra el mausoleo del libertador General José de San Martín, siempre con dos centinelas.

A solamente unas cuadras de la Plaza de Mayo, en la Avenida de Mayo, se encuentra el Café Tortoni, uno de los cafés más tradicionales y populares de Buenos Aires establecido en el 1858, donde nadie se pierde el chocolate con churros, café vienés, croissants y una variedad de dulces y emparedados – ¡deliciosos! Muchos porteños gustan se pasarse un buen rato en este y otros cafés de la ciudad hablando de política, fútbol y otros temas y disfrutando de un café o un té. Al lado del Tortoni se encuentra el Museo del Tango.

Otros imperdibles de Buenos Aires incluyen el imponente edificio del Congreso que data de principios del Siglo XX, los Jardines Botánicos, varios museos incluyendo instituciones de bellas artes, artes decorativas, y de Eva Perón. Otra visita obligada es a la tumba de Eva Perón en el Cementerio de la Recoleta en el elegante barrio de la Recoleta. Este cementerio cuenta con más de 6,400 mausoleos ornamentados –algunos con bellas esculturas—que son las tumbas de presidentes de la Argentina y otra gente notable. La tumba de Eva Perón se encuentra en una cripta a unos 16 pies bajo tierra. Las tres veces que yo he ido al cementerio, el mausoleo de mármol negro de la familia Duarte –el apellido de soltera de Eva Perón – su tumba ha estado adornada con flores. Una sencilla placa con el nombre “Evita” idenfica la tumba.

Aún otra visita popular en Buenos Aires es San Telmo o “Barrio Sur”, ubicado al sur de la Plaza de Mayo, el más antiguo de los distritos de la ciudad fundado por inmigrantes italianos. Yo siempre me paseo por la Calle Caminito en el barrio de La Boca. Esta área de mucho colorido y muy pintoresca en la boca del Río Riachuelo fue donde se asentaron los primeros colonos y el área es en el presente una colonia de artistas –muchos de ellos muestran sus trabajos en la calle. Famosa por el tango, “Caminito,” tiene edificios de madera pintados en colores brillantes, restaurantes italianos y entretenimiento callejero incluyendo bailarines de tango.

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