La batalla por la música en Internet: Spotify, Apple Music y Google Play

Spotify llama a la puerta de Wall Street. Es el rival a batir del streaming musical. Pero el negocio de la distribución de canciones por Internet está muy concurrido. Y pese a la popularidad de plataformas como Apple Music, Google Play Music, Pandora Media, Tidal, SoundCloud, Deezer o Prime Music de Amazon, todos los jugadores tienen las cuentas bajo una enorme presión por el alto coste de las licencias. La idea es que empiece a cotizar a lo largo de la primera mitad de este año. El acuerdo que cerró la pasada primavera con Universal Music, la mayor firma discográfica, colocó a la compañía sueca en línea recta hacia el parqué. El acceso a su inmenso catálogo le permite convencer a los inversores de que puede trasladar el rápido crecimiento de usuarios a un negocio financieramente sólido.

La transacción, que lleva fraguándose un año, es una clara señal de confianza. Pero Apple, Google y Amazon tienen una cantidad ingente de recursos técnicos y financieros para competir. En el otro extremo, compañías más pequeñas como SoundCloud, Tital y Deezer tienen que lidiar con modelos que están bajo mucha más presión. Spotify y Pandora se encuentran en el epicentro de la batalla.

Google tiene una estrategia similar a la de Apple, de utilizar el streaming como un anzuelo para reforzar su ecosistema, pero, al igual que la firma de la manzana, también está teniendo dificultades. Ahora se plantea fusionar Google Play y YouTube Red en un nuevo servicio de pago, en el marco de un proyecto al que llama Remix. La nueva plataforma utilizará la marca YouTube, que tiene más de 1.000 millones de usuarios.

Pandora, la tercera en el negocio del streaming, por detrás de Spotify y Apple, también está probando con un servicio on demand.

El futuro de Pandora es incierto. El fracaso más sonado hasta la fecha es el de CloudMix. Los inversores se gastaron mucho dinero en un producto que nunca despegó y provocó que el streaming fuera percibido en el parqué con un riesgo muy elevado. Spotify podría cambiar esa percepción y forzar a Apple, Google y Amazon. Los pequeños, a su vez, estarán a merced de compañías mejor capitalizadas.

Las ventas en tiendas como iTunes caen y la mayoría de los usuarios de las plataformas streaming, además, consumen sin pagar a cambio de escuchar anuncios. Esta fórmula aporta menos dinero a los artistas y a las discográficas que un servicio de pago bajo demanda. Por eso buscan tener un mayor control sobre la música y los vídeos que se ofrece en los servicios gratuitos.

Vía: https://elpais.com

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