La maravilla Lamine Yamal

[ad_1]

De pronto, Montjuïc, un estadio que no es ni será de fútbol, con 46.019 eufóricos espectadores que se lo pasaron bomba, se quedó a oscuras en una fría, muy fría noche de enero. Y se iluminó con las luces de miles y miles de teléfonos móviles como si fuera un concierto de Taylor Swift, los Rolling Stones o Coldplay.

[ad_2]

ARTÍCULOS RELACIONADOS A ESTE NOTICIA

Deja tu comentario