Gonzalo a la cabeza

Por más que algunos se empecinen en desdibujar la realidad maquillando encuestas, en el cuadro electoral se ha producido un vuelco en favor de Gonzalo Castillo que, hasta este momento, le proyecta amplias posibilidades de ganar en primera vuelta.

Esa realidad es producto de nuevas circunstancias, pero también de anteriores trastocadas por el colapso de las elecciones municipales de febrero, que, posteriormente, experimentaron reacomodo.

Antes demostrar sorpresas por los cambios que empezaron a registrar las mediciones de trabajo que realizan las distintas campañas, hubo un escenario más preciso y real que el de cualquier encuesta: las municipales del 15 de marzo, que a pesar de haber alimentado una percepción desfavorable para el PLD, en la realidad, ratificaron su fortaleza.

Si preguntamos, quién ganó las elecciones municipales en provincias como San Cristóbal y San Juan de la Maguna, la respuesta emotiva será PRM, pero la objetiva dice otra cosa, y es que en esas y otras veinte provincias más, el PLD ganó la mayoría de las alcaldías y en la consolidación provincial alcanzó más votos que sus opositores, por lo que el resultado nacional por bloques presidenciales fue el siguiente: Coalición PLD 43.85%; coalición PRM 43.48%; Fuerza del Pueblo/PRSC 9.89%.

¿Qué ocurrió en lo adelante? Se agudizó la pandemia del Covid19 y surgieron las medidas de confinamiento, y sólo un fanático sería capaz de negar que en ese escenario Gonzalo Castillo sea por mucho el candidato mejor valorado en las acciones emprendidas para auxiliar a la población, mientras que por otra parte la eficiencia del gobierno resulta favorable para el PLD, que a febrero marcaba un 42%, que descendió a un 37% en marzo con la crisis de las municipales, pero que a mayo se había recuperado marcando un 45%. El PRM tenía un 37% a febrero, remontó a un 41% en marzo y descendió a un 39 en mayo.

No hay mejor reconocimiento del avance de un candidato que el que les obsequian sus adversarios, y una encuesta del Centro Económico del Cibao, lo mismo que decir que de la campaña de Luis Abinader, reconoció que en apenas semanas, Gonzalo había pasado de un 23.7 a un 35.2, aunque maquillaba a Luis Abinader con un 53.4%, que no lo alcanzó ni en el peor momento del PLD, que su máxima fue 45%. Más reciente, Jorge Fulcar, el jefe de campaña confesó que en sus mediciones Gonzalo había subido 8% y Luis Abinader había descendido 4%, es decir que las encuestas que publicaron sin reconocer ese declive estaban alteradas.

La realidad que estoy observando en mediciones que no tienen objeto propagandísticos es que la candidatura de Gonzalo Castillo encabeza las preferencias, promediando de un 43 a un 46% versus un 37 a 40% de Luis Abinader y un 7% de Leonel Fernández, números que cuando se ponderan sin los indecisos plantean un escenario de definición en primera vuelta.

En todas las encuestas la principal cualidad que la gente identifica para escoger a un presidente que tendrá que manejar una crisis sanitaria combinada con crisis económica, es la de que sea un hombre que resuelva, condición en la que Gonzalo Castillo duplica a sus adversarios.

Al informar sobre su afección de Covid19, Abinader incurrió en la pifia de decir que estaba en las calles desde el inicio de la pandemia, cuando todo el mundo sabe que salió semanas después detrás de Gonzalo.

POR: Julio Martínez Pozo

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