La oposición venezolana ha decidido no inscribir candidatos unitarios para las elecciones presidenciales del 22 de abril. Así lo comunicará públicamente en las próximas horas tras casi dos semanas de discusiones en busca de un consenso, según confirmaron a EL MUNDO fuentes políticas de los cuatro principales partidos de la Unidad Democrática.
La decisión se toma luego de un intenso forcejeo político y no es compartida por todos los partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Ya Voluntad Popular, partido del preso político Leopoldo López, se había adelantado la semana pasada al anunciar que no acudiría a los comicios ni respaldaría a candidato alguno porque, a su juicio, hacerlo significaríalegitimar un fraude para perpetuar a Maduro.
«Nos sumamos al llamado que tanto la Iglesia Católica como diferentes liderazgos y organizaciones políticas han hecho para crear un frente nacional de lucha por la democracia que una a todas las organizaciones y liderazgos que quieran cambio en Venezuela», apuntaló Freddy Guevara, dirigente de VP asilado en la Embajada de Chile en Caracas.
La posición de Primero Justicia (PJ), partido liderado por el ex presidente legislativo Julio Borges y por el ex gobernador Henrique Capriles, ha resultado definitiva para afianzar el consenso con Acción Democrática (AD) en primer lugar. Un Nuevo Tiempo (UNT) todavía debatía con intensidad, aunque la mayoría optaba por sumarse a lo que será la posición oficial de la MUD.
Tanto UNT como AD eran proclives a participar desde el principio, pese a que la comunidad internacional, en su mayoría, rechaza las elecciones y adelanta el desconocimiento de sus resultados. Pero ni siquiera en el seno de PJ existía unanimidad: sus dos líderes mantuvieron posiciones confrontadas hasta la decisión final. Borges encabezó el rechazo a la firma del acuerdo de Santo Domingo por no cumplir condiciones electorales.
La postura de VP presionó la discusión en el seno de la alianza: acercó a PJ y sumó a La Causa R y otras pequeñas organizaciones. AD y UNT, que militan en la Internacional Socialista, se atendrían finalmente a la decisión mayoritaria a regañadientes.
Una decisión controvertida
AD y UNT no tenían otra salida, aunque consideraban que debía inscribirse a un líder ante el poder electoral, quien sería el encargado de luchar por condiciones electorales y que, si no lo lograba, se retirara de la contienda denunciando los abusos. Henry Ramos Allup, secretario general de AD, había lanzado su precandidatura desde hace meses. En UNT todavía ayer consideraban que la abstención se trata de un error político.
«Es la decisión correcta, pero debe estar acompañada de otros elementos unitarios. Por ejemplo: la foto de todos los líderes de la oposición e instituciones como la Iglesia. También generar una dinámica de temas que permita recapturar el protagonismo en la agenda pública», respondió el politólogo Piero Trepiccione, que participa en el think tank de los jesuitas.
«Cualquier decisión me parece pésima si no viene acompañada de acciones que logren reactivar a la sociedad para aumentar la presión sobre el bloque de poder antes, durante y después del 22», añadió Félix Seijas, director de Delphos.
Precisamente la Iglesia se ha erigido en un firme opositor a la presencia electoral de la MUD. «La salvación de Venezuela exige que se asuma que la elección dictatorial es un fraude», sentenció el padre de origen vasco Luis Ugalde, antiguo rector de la Universidad Andrés Bello y visto en parte de la oposición como la persona adecuada para liderar la protesta del país.
La ex diputada María Corina Machado y el exiliado Antonio Ledezma, quienes encabezan el antichavismo radical fuera de la MUD, han mantenido desde el primer momento su negativa a participar el 22 de abril, propuesta política acompaña de forma constante con críticas de grueso calado contra sus antiguos aliados de la oposición.
«Si la oposición no se inscribe igual habrá elecciones. Si no se inscriben les irá muy mal, no es la primera vez que pasa», advirtió la semana pasada el presidente.
Los precandidatos de la oposición
La principal incógnita que despierta la posición de la MUD es cuál será la postura final del ex gobernador Henri Falcón, líder de Avanzada Progresista y precandidato electoral. En el seno de la oposición se le ha intentado convencer, incluso una parte de sus dirigentes cree que al final no será de la partida.
En cambio, Falcón protagoniza ya una especie de precampaña electoral, en la que incluso ha aceptado el reto de ir a un debate televisado contra Nicolás Maduro. «Si nosotros participamos de verdad, sin complejos, la ineptitud de este gobierno que nos condujo a esta tragedia nacional será derrotada y Venezuela podrá tener un verdadero gobierno de unidad nacional», clamó quien fuera dirigente chavista hasta hace una década.
El ex gobernador viene de perder de forma estrepitosa las elecciones regionales de octubre, donde no salió reelegido en Lara. Además su partido recibió un contundente varapalo en las municipales de diciembre, comicios en los que no participaron PJ, AD y VP, pero en donde sí concurrió UNT. Incluso el principal líder de UNT, Manuel Rosales, se presentó sin éxito a las regionales en Zulia, elecciones repetidas tras la destitución ilegal de Juan Pablo Guanipa (PJ), quien se negó a subordinarse a la Asamblea Constituyente de la revolución.
Los otros precandidatos lanzados al ring electoral son Claudio Fermín, un político opositor cuasi jubilado, y el pastor evangélico Javier Bertucci, quien asegura haber recibido el llamado del Espíritu Santo para enfrentarse al «hijo de Chávez». El padre congrega a miles de seguidores en la Iglesia Maranatha de Carabobo. Falta le hará sin duda la ayuda del Espíritu Santo: el pastor y empresario está vinculado a los Papeles de Panamá, ya que intentó constituir una empresa valorada en 5 millones de dólares.
Fuente: elmundo.es