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Los Dodgers de Los Angeles vencieron este sábado 4-2 a los Yankees de Nueva York en el segundo partido de la Serie Mundial que terminó con agonía para el conjunto californiano, que vio al japonés Shohei Ohtani dejar el partido con molestias en el hombro.
La explosiva línea ofensiva de los Dodgers (2-0) respaldó la dominante salida del japonés Yoshinobu Yamamoto, y ahora viajarán a Nueva York con la ventaja sobre los Yanees (0-2) para jugar el tercer partido de la serie, al mejor de siete encuentros, en el Yankee Stadim.
Dolor en el hombro
La tensión se apoderó del Dodger Stadium cuando a la altura de la séptima entrada Ohtani salió de juego con evidente molestia en el hombro, la cual se produjo cuando se deslizó en un intento de robo de la segunda base.
Ohtani se quedó por unos minutos en el suelo y fue asistido para dejar el terreno, mientras el cuerpo médico le sostenía el brazo izquierdo.
En su debut en la Serie Mundial, el novato Yamamoto (1-0) cumplió con las expectativas y en 6.1 entradas dominó a la alineación de los neoyorquinos, a quienes limitó sobremanera.
Tommy Edman bateó home run, sin nadie en circulación, ante el cubano Carlos Rodón, para darle la delantera a los Dodgers en el segundo inning.
La respuesta de los Yankees no se hizo esperar y en la parte alta del tercero el dominicano Juan Soto castigó a Yamamoto con un cuadrangular para igualar las acciones.
Teoscar Hernández se encargó de dejar sin efecto el jonrón de su compatriota Soto y volvió a darle la ventaja a los dueños de casa en el cierre de esa tercera entrada cuando mandó la pelota a las graderías con Mookie Betts en los senderos.
Freddie Freeman amplió la ventaja de los dirigidos por Dave Robets en esa misma tercera entrada para sumar un jonrón solitario.
Los Yankees volvieron al ataque en la parte alta del noveno cuando Soto disparó un imparable y anotó por hit por la parte izquierda del terreno de Giancarlo Stanton.
Los de Nueva York lograron poner corredores en las tres almohadillas en la novena entrada, pero los Dodgers resistieron y pusieron fin a la amenaza y al partido.
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