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El Teatro du Chatelet de París rompió a aplaudir. Aitana Bonmatí acababa de ser encumbrada como la mejor futbolista del mundo. La azulgrana subió al escenario y se puso tras el micrófono. Todo era igual que un minuto antes que sonara su nombre por los altavoces. Sin embargo, algo había cambiado. Esa etiqueta, ese reconocimiento, conllevaba muchas cosas. Aitana sabia que ese galardón implicaría ciertos cambios a nivel profesional, pero seguramente no auguraba la magnitud de todo lo que venía. Ya ha pasado un año de ese momento. Un tiempo que ha catapultado a la futbolista a otra dimensión. El cambio de Nike por Adidas y su renovación por el Barça han sido momentos claves, pero las pequeñas decisiones que ha tomado en el día a día han permitido que, pese al crecimiento, ella siga siendo la misma.
«En el último año, y sobre todo a raíz del Balón de Oro, su visibilidad aumenta. Sus seguidores también, y esta dimensión de una audiencia más global nos acerca también a marcas que tienen un enfoque global», comenta Cristian Martín, representante de Aitana Bonmatí a EL PERIÓDICO. Llegaron muchas peticiones que el equipo de Aitana concretó y puso sobre la mesa. Actualmente es la imagen de Revlon, Adidas, Bimbo, Alpro, Nissan, EA Sports y Topps. Todas ellas han decidido apostar o reafirmar su apuesta por la jugadora de Sant Pere de Ribes. Además, muy pronto, se anunciarán más acuerdos con marcas de esta entidad.
Imagen de Aitana en la campaña de Adidas / Adidas
La exigencia de Aitana con ella misma se traslada también a las marcas con las que trabaja. La toma de decisiones pausada y el poner todas las opciones sobre la mesa ha hecho que tanto la futbolista como su equipo hayan descartado acuerdos con tantas otras marcas. «Hemos recibido ofertas de otras empresas que no hemos aceptado. Ya sea porque no encajaban, porque a nivel de valores no estaban alineadas con lo que nosotros esperábamos, porque era una categoría ocupada o porque económicamente no llegaban a las contraprestaciones que conveníamos», relata Martín. «Los valores que remarcamos principalmente son la honestidad, la cultura del esfuerzo, el empoderamiento femenino y la reivindicación. También la capacidad de saber expresar y comunicar«, añade.
«Al final hay muchas cosas que una marca quiere de una celebrity o de un deportista. Los deportistas tienen intrínsecos algunos componentes que ya de por sí son agradables. Al final el deporte tiene que ver con la salud, con los buenos hábitos, con el descanso, con la buena alimentación y paralelamente a esto todos estos intangibles de saber comunicar, tener la experiencia de rodajes, un buen ‘acting’, ser una persona agradable ante las cámaras o que tenga un componente mediático, genere repercusión y, lógicamente, que tenga un alcance global», enumera el representante de Aitana Bonmatí. «A las marcas les gusta el éxito y las personas referentes. Y, lógicamente, ser referente sin ganar es complicado«.
Nike por Adidas
Para comprender la magnitud del impacto de Aitana, es crucial observar la estrategia de Adidas al asociarse con ella. La futbolista del Barça decidió terminar su vinculación con Nike y fichar por la marca alemana. «Todas las marcas estaban interesadas. Nike quería renovarla. Pero al final aquí tienes que valorar muchas cosas. Y sentíamos que Adidas era la marca ideal para ella por muchos factores. Desde la apuesta que hacían por ella como número 1 de la marca como por el hecho de que es una marca menos saturada en cuanto a volumen de jugadoras top. Creemos que en los últimos años ha tenido un crecimiento que, incluso si te fijas en las calles, ya puedes presumir de ver este aumento de visibilidad», explica Martín. Pese a no desvelar los plazos y terminos del contrato, afirma que se hizo una apuesta económica muy fuerte, además de vincular de manera directa la marca con su campus y el club donde empezó jugar, el CD Ribes, al cual esponsoriza ahora Adidas.
Tanto con Adidas como con las demás marcas de talla mundial con las que trabaja, han significado una nueva jornada laboral además del fútbol. Por ello, cada detalle es clave para que ella se adapte a todas las necesidades que tiene como deportista para prolongar su mejor momento. «Aitana no hace más de un rodaje por semana y estos nunca exceden las cuatro horas. Intentamos que todos los rodajes estén concentrados entre la Ciudad Deportiva y Sant Pere de Ribes. En estos rodajes, todo lo que se bebe y se come es saludable. El equipo siempre está presente con ella para ayudarla y se concentra la gran parte de los rodajes en épocas donde no hay dos partidos por semana. Como tampoco en momentos de semifinales, finales de Champions o de más repercusión o dificultad deportiva», explica su representante, que asume la mayor parte de gestiones para que Aitana pueda descargarse de esa responsabilidad.
Como con las marcas, la misma situación se dio con su renovación con el Barça. «El haber ganado el Balón de Oro ha sido un factor fundamental para nosotros en la negociación y consideramos que los ‘timings’ son fundamentales. Hubiera sido un error demorar el inicio de estas conversaciones y afrontar la renovación. Aitana tenía claro que quería quedarse, y teniéndolo las dos partes claro, lo anticipamos un año. Seguramente es el primer caso en el que una jugadora renueva a unos diez meses de la finalización de su contrato. Porque al final fue una renovación que ya prácticamente la tuvimos cerrada antes de que empezase oficialmente la temporada, independientemente de que se oficializara más tarde», afirma el agente.
La imagen de Aitana no para de revalorizarse. Sus éxitos en el césped se trasladan a los sets y a las campañas. Desde que fue nombrada la mejor futbolista del mundo ya hace un año, la jugadora ha visto cómo el trabajo se ha ido multiplicando y, pese a que nadie se pone más exigencia que ella misma, cuadrarlo todo no siempre es fácil.
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