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La relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, denunció este lunes que los «actos genocidas» de Israel «se han multiplicado» desde su último informe de marzo y que se están propagando desde Gaza hacia Cisjordania.
Albanese hizo público un nuevo informe, ‘Genocidio como supresión colonial’, que amplía el llamado Anatomía de un genocidio»‘, de marzo, en el que ya explicaba que había «motivos razonables» para concluir que Israel está cometiendo un genocidio deliberado en la franja palestina de Gaza.
La diplomática italiana asegura en el documento, fechado el 1 de octubre, que la «estrategia deliberada de Israel para hacer que la vida palestina sea insostenible se ha intensificado notablemente en todo el territorio palestino ocupado», y lo atribuye a un «proceso de expansión territorial y depuración étnica que ha durado décadas».
«El progreso en su objetivo del “Gran Israel” amenaza con suprimir a la población autóctona palestina», indican las conclusiones, en las que señala que la conducta genocida está «oculta detrás de falsos relatos israelíes de una guerra librada en ‘legítima defensa».
Según el informe, los soldados israelíes han construido carreteras y bases militares en más del 26 % de Gaza, lo que sugiere un objetivo de presencia permanente, y han ampliado la zona de separación alrededor del perímetro del enclave hasta el 16 % del territorio.
«En la actualidad, el genocidio de los palestinos parece ser el medio para alcanzar un fin: la completa expulsión o erradicación de los palestinos de la tierra que forma parte esencial de su identidad, y que Israel codicia ilegal y abiertamente», destaca.
En Gaza -detalla-, desde la presentación del informe de marzo, más de 93 matanzas de Israel han costado la vida a 10.000 palestinos y heridas a 21.000, lo que eleva las cifras totales a 42.000 y 96.000, respectivamente.
En Cisjordania, 5.500 incursiones de las fuerzas israelíes desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 hasta este septiembre han dejado 700 palestinos muertos y casi 5.200 heridos; 169 de los fallecidos eran niños palestinos, y casi el 80 % fueron abatidos por disparos en cabeza o torso, desgrana el documento.
«Incluso considerados de forma conservadora, esos tormentos múltiples constituyen precisamente el daño irreparable sobre el que la Corte Internacional de Justicia lleva advirtiendo desde enero de 2024, y que Israel ha provocado de manera intencionada a los palestinos como grupo (humano)», advierte.
No obstante, la experta señala la dificultad para probar la «intención genocida», pues los autores del crimen no suelen dejar constancia escrita de políticas, planes y otros indicios que la reflejen, e «deducirla requiere una compleja evaluación de los hechos, declaraciones y circunstancias».
En ese sentido, el informe concluye que las «declaraciones y actos de los dirigentes israelíes reflejan una intención y una conducta genocidas», y agrega que el «genocidio en curso es consecuencia del estatuto excepcional y la impunidad prolongada que se han concedido a Israel».
La Relatora Especial insta a los Estados a adoptar una serie de medidas, como el «embargo total de armas», la aplicación de sanciones y el reconocimiento formal de Israel como «Estado de apartheid», y exige Justicia a través de investigaciones pertinentes contra el Israel por genocidio y apartheid.
Asimismo, insta a la comunidad internacional a apoyar el despliegue de fuerzas de protección internacionales en todo el territorio palestino ocupado, garantizar la prestación de asistencia humanitaria sin trabas a Gaza, y la financiación y protección completas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Albanese es una de las altas funcionarias de la ONU que tiene prohibida la entrada a los territorios palestinos, en su caso desde febrero de este año, por haber vinculado los atentados terroristas de Hamás con la «opresión israelí» sobre los palestinos.
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