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El Barça se sobrepuso a las circunstancias y dio la cara en la pista de Unicaja, pero acabó cayendo por 103-96 en el duelo que sirvió para homenajear al mito local Will Thomas y que mantiene a los locales al mando de la Liga Endesa con cinco triunfos por los tres azulgranas y sin perder en toda la temporada.
Con esta actitud, el equipo está llamado a grandes cosas pese a que el ‘tema Hernangómez’ podría terminar estallando. No jugó ni un minuto. Si no tiene molestias, merecido. O espabila o eso es lo que le espera. Lo contrario lo representa Justin Anderson, quien con su vergüenza torera mantuvo vivo al cuadro catalán en un gran partido de Satoransky y con Juan Núñez muy bien en la dirección… De cara al aro ya es otro cantar.
Era una visita muy complicada que además llegaba menos de 48 horas después de la trabajada victoria contra el ASVEL y de un viaje kafkiano por culpa del vuelo cancelado del sábado que obligó a la expedición a volar a Málaga a las nueve de la mañana de este domingo.
Unicaja, uno de los equipos que mejor juega a baloncesto en los últimos tiempos, impuso su ritmo en el primer cuarto con Dylan Osetkowski protagonista. El jugador que lo tuvo hecho con el Barça anotó siete puntos, atrapó tres rebotes y se fue a +10. Un triple y un mate del estadounidense más otro triple de Kameron Taylor dispararon a los malagueños de inicio (14-8, min. 4:51).
Satoransky brillaba por parte blaugrana y evitó que Unicaja se marchase por más en un primer cuarto que acabó 24-19 en el inicio de la exhibición de Justin Anderson. El ‘Enfant Terrible’ del Barça se erigió en amo y señor del partido para irse al descanso con 15 puntos y liderar la recuperación de los suyos.
Antes, la mala defensa sobre Kalinoski (triple y penetración) y sobre Barreiro (triple, canasta fácil y otra tras rebote ofensivo) situaron un +9 para los de Ibon Navarro (37-28, min. 13:18). Anderson impuso su garra y su acierto con dos triplazos y un 2+1 que redujeron la desventaja a menos de la mitad (43-40, min. 17:15). Y dos canastas de Fall dejaron la contienda en un pañuelo tras los dos primeros cuartos (49-48) en una borrachera ofensiva, pero con muchos detalles que corregir en defensa por ambos bandos.
El Barça regresó mal de los vestuarios y no es la primera vez. Una pésima defensa sobre los generadores de juego con muy mala lectura de Fall motivó un parcial de 10-3 y obligó a Peñarroya a parar el partido con 59-51. Unicaja imponía su juego coral y las cuatro canastas seguidas de Vesely con ese ‘tirito’ mágico mantenían el duelo vivo (70-62, min. 27:33).
El Barça resucitó desde la valentía de Juan Núñez y Darío Brizuela, quienes generaron espacios con sus amagos de penetración. Del resto se encargaron Vesely con un matazo y Metu con un triple. La ‘Mamba Vasca’ cerró el tercer cuarto con 74-71 y un parcial de 6-14. Los últimos 10 minutos fueron espectaculares.
El Barça fue muy intenso y lo pagó con faltas y tiros libres, pero ello le permitió encarar los últimos cuatro minutos metido en el partido (86-84) con un excelente trabajo de Satoransky (¡qué mate!) y de Metu. El problema es que Kendrick Perry no estaba por la labor y enlazó una gran canasta con un triple indefendible para irse a 20 puntos y establecer el 93-86 a 1:47 del final. No hubo tiempo para más. Victoria merecida de Unicaja por 103-96.
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