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Nunca antes se había oído hablar del verbo ‘campeonar’. Se ganaban partidos, se conquistaban títulos, se celebraban goleadas, se humillaba al rival, pero nunca antes se había ‘campeonado’. Y mira que es un vocablo que le va como anillo al dedo al deporte, el sueño de todos los deportistas: campeonar. Pero, no, jamás habíamos oído esa palabra, nunca apareció en titular alguno. Dicen que la revista ‘El Gráfico’, de Argentina, sí había utilizado ese verbo alguna vez, pero en España era desconocido.
Hasta que Hugo ‘Cholo’ Sotil, el tremendo y virtuoso futbolista peruano, la pronunció, desde el teléfono que había en el pasillo de vestuarios de El Molinón, fijo que ya no existe, para llamar a su ‘mamita’ y decirle, emocionado, llorando, feliz, glorioso “¡mamita, campeonamos!”
Esa fue, es, sin duda, una de las frases más populares e históricas del fútbol pronunciada el 7 de abril de 1974, para firmar la conquista de un título que ha entrado en los libros de oro del Barça como recuerdo de un campeonato imborrable, que el conjunto azulgrana sentenció, a cinco jornadas del final, con una victoria ante el Sporting en El Molinón por 2-4, con tres tantos de Marcial y otro de Rexach, ante un equipo cuya figura era Quini.
Neeskes, en un entrenamiento con el Barça junto a Sotil y Cruyff. / EP
La Liga 1973-74 siempre será especial para la afición del Barça. Por esperada y deseada, por el 0-5 en el Bernabéu, por la presencia de los extranjeros Cruyff y Sotil, por el talento de jugadores como Sadurní, Rifé II, Torres, Rexach, Asensi, Juan Carlos, Marcial, De la Cruz, Costas…
Yo conseguí la camiseta de Sotil de aquel partido, la camiseta con la que el ‘Cholo’ logró, precisamente, el quinto tanto de aquel tremendo, histórico e inolvidable triunfo azulgrana. Y, posteriormente, se la regalé a mi amigo Alfredo Relaño, que no hace mucho se la donó al argentino Marcelo Ordás para que la expusiera en el maravilloso y poblado museo Lengeds, de la Puerta del Sol. Y allí está. El ‘Cholo’ siempre contaba que, aquella noche, tras marca el quinto gol, en un corner, el central Benito se le acercó y le rogó que páranse de meter goles.
El Barça se proclamó campeón en la jornada 29, en Gijón. Faltaban cinco fechas. Y lo hizo a lo grande, después de encadenar 24 partidos consecutivos sin perder (18 victorias y 6 empates).
«Cuando marqué el quinto gol en el Bernabéu, Benito, aquel tremendo central del Real Madrid, me pidió, por favor, que dejásemos de meter goles, que ya había suficiente con el 0-5»
Además, lo hizo practicando un futbol vistoso, atractivo, alegre. Un fútbol que recibió los elogios de la prensa internacional por su frescura y efectividad. El timonel de ese equipo era el holandés Marinus Michels.
Ese 7 de abril de 1974, el Barça, ganando 2-4 en El Molinón, puso fin a una larga e inacabable travesía por el desierto. El último alirón se había cantado en la entonces lejana campaña 1959-60, con Helenio Herrera en el banquillo.
El paso de Sotil, que no hace mucho pidió ser enterrado con la camiseta del Barça, tuvo un final muy doloroso cuando el club quiso reforzarse con el que sería otra de sus estrellas, otro de sus mitos, el holandés Johan Neeskens. El club creyó que la nacionalización de Sotil sería coser y cantar y lo apartó en espera de esa documentación. Neeskens ocupó su plaza, la nacionalización de Sotil no llegó y la flor del ‘Cholo’ se marchitó.
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